Y en cuanto a eso de las alucinaciones, he de
decirte que todo cuanto percibimos no es otra cosa, y que no son sino
alucinaciones nuestras impresiones todas. La diferencia es el orden práctico.
Cuentos de Unamuno, El que se enterro, pp. 71 - 72
Cuentos de Unamuno, El que se enterro, pp. 71 - 72
Tomando como
base la teoría de los mundos real y simbólico, llegue a una conclusión muy
interesante acerca de los marcos y las capas en la cita anterior. Lo que
Unamuno trata de explicar es que la vida es una ilusión gigante, y que si
nuestras percepciones tienen un fin practico, entonces se les atribuye y
califica como “reales”. Cada persona se desarrolla en su propia percepción de
la misma ilusión, es decir, todos somos un pequeño marco dentro de un marco más
grande.
Para entender
mejor esta idea, hablemos de la película Los Otros. En esa película, una mujer
y sus hijos descubren que son fantasmas viviendo en una especie de dimensión al
mismo tiempo que otras personas viven en
el mismo lugar, en lo que podemos llamar “el mundo real”. Sin embargo, lo que
Nicole Kidman, la cual es la protagonista, expresa hacia el final de la película,
es que no va a dejar su casa. ¿Quién tiene el derecho de vivir ahí entonces? ¿Las
personas en el “mundo real” o Nicole kidman y sus hijos, o sea los fantasmas? Las
dos partes tienen su visión de la realidad, pero sus marcos de practicidad son
diferentes.
Lo que esta
película en relación con la idea de Unamuno explica es que en realidad no
importa si algo es considerado real o no lo es. El punto es que todo existe. En
El que se enterró, nos encontramos
con el mismo tipo de ideas. Cada persona vive dentro de lo que considera “real”
y no importa si su marco de realidad es diferente al de su vecino, porque es
una cuestión de percepción, más que de distinción. ¿Cuál es mi realidad? ¿Cuál es tu realidad?
Nuestras realidades, ¿se cruzan?
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